Todo lo que digo no tiene sentido, cada cinco minutos no puedo evitar evadirme a mi propio mundo.
Supongo que es la consecuencia de llevar siete días saliendo tarde y noche (y hasta mañanas).Mi cuerpo me pide descansar,necesita sus 8 horas(como mínimo) de sueño,pero por una razón u otra son las 11 y 23 y estoy aquí, despierta escribiendo,contando todas esas cosas que suceden a mi alrededor, y todo lo que pasa por mi cabeza.
Por ejemplo, el sábado pasado.
No hablamos mucho,solamente me comentó lo bien que estaba con su nueva "amiga", que luego la llamaría.
Y obviamente no pude evitar mirarle con esa cara de odio pero con las pupilas dilatadas por todo lo que staba escuchando,y supongo que también por todas las copas que me habia tomado antes...No me lo podía creer, me estaba contando a mí eso. A mí,que ya sabe toda mi historia y todo lo que siento (casi sentía) hacia él.
A pesar de esto, tampoco pude evitar sentir pena. No por el hecho de que ahora estuviese "genial" con su nueva amiga, si no por la persona que parecía ser.
Siempre he pensado que era una persona un tanto arrogante,pero que nunca intentaría hacer daño a otra.
En cambio,esta vez o me he equivocado de persona, o me he encontrado a una totalmente distinta, a una persona totalmente fría y que en su interior parecía no haber más que odio.
Ese mismo día,una amiga me dijo que no me preocupase,que faltaba poco para que tuviese su merecido. Y ahora, una semana después,asi es.
El tiempo pone a cada uno en su sitio, no?
lunes, 17 de agosto de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario