jueves, 21 de mayo de 2009

Del Caos surge el orden.

Camisetas en el suelo, calcetines encima de la cama,pantalones mal colgados, accesorios fuera de sitio...Ya que me propuse cambiar la rutina, debía empezar por ordenarlo todo si no quería que eso pareciese un mercadillo.
Y así hice.

Unas cuantas prendas al armario en el que se encuentra todo aquello que está en desuso, y perfecto.
Encuentras aquella ropa que te encantaba y dejaste de usar. Te la pruebas, sigue sirviéndote.

Decides volver a ponertela aunque al resto del mundo no le guste ya que todo depende de cómo lo luzcas, nuestra ropa forma parte de nuestra identidad, es como una etiqueta que nosotros mismos nos ponemos.
La extrañabas, como a esa persona con la cual llevas una temporada sin tener noticias acerca de ella.
Llevabas bastante tiempo preguntándote por ella en silencio.

Piensas en mil conjuntos diferentes con los cuáles puedes ponértela, y cuándo por fin llega el día en el que vas a ponertela, piensas que quizá sea un error.

Finalmente, sales a la calle con ella puesta.
Has vuelto a darle uso.



Sí, una vez más.

(De nada ha servido ordenar el armario, ya que debido a esto, todo vuelve a ser como antes.)

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